Fitoplancton: ¿cómo ayuda a combatir el cambio climático?

26 Marzo 2024 13:00

El mar está cambiando de color. Así lo afirmó el satélite Modis-Aqua de la NASA, tras detectar recientemente que el color azul intenso del mar había empezado a adoptar el color verde en más de la mitad de los océanos del planeta. En este contexto, el fitoplancton puede ayudar a combatir el cambio climático. ¿Sabes cómo?

En este artículo vamos a descubrir qué es el fitoplancton, cuáles son sus beneficios para el ecosistema marino y cómo puede frenar el calentamiento global.

Qué es el fitoplancton

El fitoplancton se define como un conjunto de algas y otros organismos vegetales microscópicos que siempre quedan flotando en aguas dulces y saladas, dejándose llevar por la inercia de las corrientes.

Aunque estos organismos son incapaces de nadar por sí solos, sí que pueden realizar la fotosíntesis, la principal actividad metabólica del fitoplancton y de gran importancia para el océano.

El fitoplancton flota sobre la superficie del océano, lo que facilita la fotosíntesis debido a una mayor presencia de luz.

La fotosíntesis es un proceso fundamental para que pueda mantenerse la cantidad adecuada de oxígeno tanto en el agua —mares y océanos— como en la atmósfera. Sin embargo, la contaminación del agua y el cambio climático están provocando que disminuya su presencia.

El fitoplancton, la clave para combatir el cambio climático

Según estudios científicos, el fitoplancton se ha reducido en un 40% debido al cambio climático. Esto puede tener consecuencias catastróficas, ya que ayuda a proteger los océanos y a sus seres vivos de varias formas:

Proporciona oxígeno a los océanos

El fitoplancton es capaz de absorber una gran cantidad de CO2, a la vez que produce enormes cantidades de oxígeno. Como ves, pese a tener un tamaño minúsculo, el papel de estos microorganismos vegetales en la naturaleza es crucial.

Para ser exactos, el fitoplancton produce más del 50% del oxígeno en todo el planeta. Esto ayuda a frenar el calentamiento global. No es de extrañar que el fitoplancton sea considerado "el verdadero pulmón" del planeta Tierra.

Alimenta al ecosistema marino

Además de generar oxígeno, el fitoplancton produce proteínas, carbohidratos y otros nutrientes que son el alimento de numerosas especies en el ecosistema marino.

Se trata de una cadena alimentaria, ya que el fitoplancton es consumido por los peces y estos son el alimento de otras especies.

A su vez, animales marinos de gran tamaño, como las ballenas, también se alimentan del plancton. Por eso, el fitoplancton es la base de la cadena trófica o del proceso de transmisión de nutrientes, de unas especies a otras, en los océanos.

Incluso es capaz de transformar la energía solar en alimento para algunos organismos acuáticos. Razón más que suficiente para decir que, si no fuera por el fitoplancton, la mayoría de la vida en los mares y los océanos no sería posible.

Actúa como sumidero de carbono

El fitoplancton es mucho más que una fuente de oxígeno y alimento. Actúa como un sumidero de carbono y reduce el cambio climático. Recordamos que la función de los sumideros de carbono es absorber y capturar el CO2, disminuyendo su presencia en la atmósfera. De esta forma, el aire que respiramos es mucho más limpio.

La abundancia de dióxido de carbono en mares y océanos es muy perjudicial para los organismos acuáticos. Todo el CO2 que proviene de la atmósfera queda atrapado en las profundidades de los océanos. En este sentido, el fitoplancton ayuda muchísimo a reducir los gases de efecto invernadero.

Contribuye al equilibrio del planeta

Otra de las ventajas del fitoplancton es su contribución al equilibrio medioambiental. Como decíamos, más de la mitad del oxígeno que hay en la Tierra se produce en los océanos.

Después, de ahí pasa a la atmósfera, llegando a los bosques y a todos los rincones de la naturaleza. Por eso, este microorganismo que al principio del artículo podíamos creer que era insignificante es, en realidad, muy importante.

Además, el fitoplancton puede ayudar a regular las temperaturas y frenar el cambio climático.

Luchar contra el calentamiento global es responsabilidad de todos. Por eso, gestos tan pequeños como no tirar residuos al mar, recoger las botellas de plástico de los océanos o reducir el consumo de electricidad en casa pueden salvar el planeta.

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