¿Qué es la energía hidráulica?

La energía hidráulica es un tipo de energía renovable que se obtiene aprovechando las caídas de agua que se encuentra embalsada o los saltos y las corrientes de los ríos. La expansión de esta modalidad de energía llegó en el siglo XIX cuando se comenzaron a crear los primeros sistemas destinados a producir energía empleando la fuerza del agua que se tenía acumulada.

La energía hidráulica renovable sirve para obtener electricidad y se genera por el movimiento del agua. Para producirla las centrales hidroeléctricas embalsan el agua que obtienen de los ríos y las presas y la liberan de una forma progresiva y controlada. Al ser liberada, esa porción de agua mueve una turbina y se genera la electricidad.

La central hidroeléctrica es el elemento esencial para lograr que esta agua almacenada genere electricidad. Existen tres tipos de centrales hidroeléctricas y se distinguen unas de otras en función de la potencia que tengan instalada. Estas modalidades son las centrales hidroeléctricas de gran potencia que superan los 10 MW de potencia eléctrica, las minicentrales hidráulicas que generan entre 1MW y 10MW de potencia y las microcentrales hidráulicas que apenas llegan a proporcionar 1MW de potencia.

Tipos de energía hidráulica

Las centrales hidroeléctricas son uno de los sistemas más habituales para convertir el movimiento del agua en electricidad. Los dos aspectos fundamentales para determinar el nivel de energía obtenida es el caudal del agua y la altura del salto. Por este motivo, están situadas cerca de afluentes de agua y utilizan los saltos de agua naturales en su beneficio, como las gargantas y las cataratas. También es frecuente que dispongan de presas para regular el caudal dependiendo de la época del año.

Las ruedas hidráulicas son otro método muy habitual y utilizan la misma tecnología que los molinos de agua tradicionales. Unas palas sumergidas en un curso de agua se encargan de activar un conjunto de engranajes para obtener electricidad con ayuda de un transformador, de forma similar a como hemos visto en una central hidroeléctrica.

Los últimos avances en el campo de la energía hidráulica están centrados en los ambientes marinos, para extraer energía de las corrientes oceánicas o mediante osmosis con agua salada y agua dulce.

Ventajas y desventajas de la energía hidráulica

A primera vista todas las energías renovables ofrecen aspectos positivos, pero se pueden encontrar una serie de ventajas y desventajas de la energía hidráulica que influyen en factores como la elección del lugar en el que instalar una central hidroeléctrica.

Entre las ventajas más destacadas de la energía hidráulica se encuentran aspectos como la rentabilidad. Todas las infraestructuras que se tienen que poner en pie para generar energía hidráulica tienen una vida útil muy larga y sus costes de mantenimiento son muy bajos, aunque hay que tener en cuenta que es necesario hacer una gran inversión inicial.

Otro aspecto positivo es que estas centrales son sostenibles y no emiten residuos ni gases contaminantes a la atmósfera. Además, logra que un territorio sea autosuficiente y no tenga que invertir en la adquisición de energía que generan otros países y es una energía adaptable, esto quiere decir que la gestión del agua almacenada se puede adaptar perfectamente a las necesidades del mercado y los consumidores.

Los aspectos más desfavorables de la generación de este tipo de energía son que la construcción de infraestructuras como las presas o los embalses afecta al ecosistema y a la fauna y a las personas que viven en el entorno natural en el que se instalan. Además, alteran estructuras naturales como el cauce de los ríos.

Por otro lado, las centrales hidroeléctricas no se pueden construir en cualquier lugar ya que necesitan unas condiciones naturales concretas. Además, atravesar una época de sequía intensa provocaría una disminución del agua disponible y se correría el riesgo de tener una gran infraestructura en desuso y sobre todo, no se podría generar esta energía.