¿Cómo funcionan las granjas verticales?

10 Enero 2021 13:05

Ya tenemos las smart farming en las ciudades o los huertos urbanos en casa, pero el concepto del que te hablamos en este post va un paso más allá. Conoce qué son las granjas verticales y cómo funcionan, podrían ser la solución sostenible y ecológica a las ciudades inteligentes del mañana.

¿Qué son las granjas verticales?

Qué difícil es en una gran ciudad respirar aire puro, tener contacto con la naturaleza o disfrutar de los frutos que nos da la tierra. Quién pudiera tener un huerto en mitad del cemento y de los ladrillos de los grandes edificios, ¿verdad? Pues no creas que es un sueño irrealizable o un deseo para el futuro. Ahora las altas edificaciones también están pensadas para cuidar el planeta y aprovechar los recursos en el sentido más verde y productivo de la palabra.

Aunque te parezca cosa de una película, existen las llamadas granjas verticales, que básicamente consisten en el cultivo de plantas dentro de edificios de muchos pisos e incluso rascacielos. Es un tipo de agricultura no tradicional que está cada vez más extendida.

Estos edificios son proyectos arquitectónicos que funcionan como grandes invernaderos diseñados con un sistema de riego y nutrición innovador.

A veces, este sistema es tan complejo que puede combinar la función agrícola con la jardinería e incluso con la ganadería.

¿Quién inventó las granjas verticales?

Este concepto de granja vertical surgió en el año 1999 y lo desarrolló un biólogo llamado Dickson Despommier, investigador de la Columbia University de Nueva York.

Este profesor universitario de ciencias medioambientales y microbiología se afanó por diseñar una granja vertical que fuera viable. Con ella buscaba un tipo de agricultura distinta de la tradicional que permitiera proporcionar alimentos en edificios de varios pisos.

Para ello empleó diferentes técnicas entre las que destaca la hidroponía, un método que permite cultivar plantas usando disoluciones minerales en lugar del suelo agrícola que todos conocemos.

Las raíces de las plantas reciben una solución nutritiva disuelta en agua con los elementos químicos esenciales para permitir su desarrollo, de ahí que se entiendan como una especie de invernaderos en vertical.

Aunque es este biólogo quien se considera el padre de las granjas verticales urbanas, lo cierto es que ya en 1979 el físico Cesare Marchetti planteó un concepto similar.

Pero no fue hasta 2007, a raíz de un artículo de Lisa Chamberlain en el New York Magazine, donde se hacía eco de este concepto, cuando se empezaron a interesar en él en el resto del mundo.

En la actualidad, esa idea de las granjas en vertical o farmscraper se está investigando para su construcción en países como Estados Unidos, Canadá, Corea del Sur, China y Emiratos Árabes. Pero no pienses que todavía no existen. Hay impactantes ejemplos de este tipo de construcciones, como las oficinas en Tokio de la multinacional japonesa Pasona, en las que el veinte por ciento del edificio está dedicado al cultivo de verduras y hortalizas.

Tipos de granjas verticales

Cada vez hay más voces que consideran que las granjas verticales son la solución más rentable para alimentar a las ciudades.

En la actualidad se siguen estudiando nuevas fórmulas viables de aplicación de este sistema, lo que está permitiendo encontrar muy diversas maneras de poner en marcha proyectos de este tipo.

Además de las granjas verticales con cultivos en forma de rascacielos hay distintas maneras de funcionar y cada vez se aplican nuevas fórmulas para hacerlas cada vez más eficientes y sostenibles. Por ejemplo, empleando agua marina para el cultivo en lugar de agua potable, haciendo uso de la iluminación LED para que las plantas crezcan a mayor rapidez, etc.

Hidroponía vertical

Es un sistema de cultivo en el que las plantas crecen en varios niveles verticalmente superpuestos. Para no realizar demasiado gasto de luz artificial, los cultivos se disponen de manera que sean rotantes, para que cada planta se exponga a la luz solamente el tiempo que necesite para crecer adecuadamente.

El principal ejemplo es Urban Organics, una granja vertical de EEUU (concretamente en Minnesota) que se basa en la reutilización del agua y en el uso de la hidroponía, que permite utilizar el agua y el suelo de manera eficiente.

En Europa, el mejor ejemplo de este sistema es el jardín zoológico de Paignton, en Reino Unido, que utiliza este sistema para producir los alimentos de los animales del parque.

Aeroponía

Es el proceso para cultivar plantas en un entorno que no necesita del uso del suelo. Consiste en hacer crecer a las plantas en entornos cerrados pulverizando las raíces colgantes y el bajo tallo con una disolución acuosa rica en nutrientes.

Seawater Vertical Farm

Este concepto reinventa las granjas verticales porque utiliza el agua del mar para funcionar en lugar del agua potable. Se trata de un sistema moderno y eficiente que todavía se está estudiando porque presenta un problema de funcionamiento: necesita de mucha energía para funcionar adecuadamente.

Ya se está probando en algunos lugares como Inglaterra con una mínima dosis de luz para ahorrar gasto energético.

Son dos maneras de aplicar las granjas verticales en la arquitectura, pero en todo el mundo se están testando y desarrollando proyectos diferentes para saber si esta idea tiene posibilidades de asentarse en nuestro entorno.

Granjas verticales y las smart city

La preocupación por la sostenibilidad del planeta nos lleva a investigar nuevas maneras de proporcionar alimentos a las ciudades del futuro y hacer frente al excesivo consumo de recursos de la población.

La búsqueda de soluciones ha llevado a plantear la necesidad de desarrollo de las granjas verticales para las smart city del futuro.

Las grandes ciudades del mañana exigirán un diseño que contemple propuestas ecológicas y las granjas verticales pueden solucionar esa necesidad de aprovechamiento de los espacios, de la tecnología y de los recursos naturales.

El objetivo es aprovechar las ventajas de las granjas verticales y tratar de encontrar alternativas para solucionar esas desventajas que todavía presenta este concepto. Ahí está el reto y en ello se centran los proyectos actuales.

¿Para qué sirven las granjas verticales?

Si se aprovecha lo suficiente la estructura de los edificios que se diseñan en la actualidad, se solucionaría uno de los problemas que mayor impacto ambiental tiene: la sobreexplotación del suelo.

Además, su impacto ambiental será positivo para las ciudades, ya demasiado contaminadas y cada vez más escasas de zonas verdes. Es decir, que obtendríamos todos los beneficios de un huerto urbano pero a lo bestia.

Con los nuevos sistemas de cultivo en este tipo de edificios se podría incluso eliminar el uso de fertilizantes, pesticidas y otros elementos químicos, por lo que no sólo se trata de un sistema de abastecimiento de alimentos sino también de una conciencia ecológica y sostenible sin renunciar a la ciudad.

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